Viernes 12 de septiembre del 2008Cultura
Vínculo con la creación teatral
El teatrólogo cubano participa por segunda ocasión en el Festival Internacional de Artes Escénicas. Esta vez brinda dos conferencias.
Desde este año dirige el departamento de teatro de la Casa de las Américas. Además, es docente y crítico de artes escénicas. Esta última actividad la ejerce desde el 2001, mientras estudiaba la profesión de teatrología en el Instituto Superior de Arte de Cuba.
Es el cubano Jaime Gómez Triana, de 30 años y quien visita por segunda vez Ecuador para participar en la onceava edición del Festival Internacional de Artes Escénicas de Guayaquil.
El pasado miércoles ofreció la conferencia ‘La crítica teatral en la escena actual: estrategias de diálogo’ y hoy, a las 17:00, en el Ministerio del Litoral (Francisco de Orellana y Justino Cornejo, 3° piso), brinda otra titulada ‘Apreciación del trabajo del actor: ¿mirada objetiva?’.
Señala que para estructurar sus ponencias se basa en el método del crítico escénico cubano en relación con el montaje de una obra. “El teatrólogo crea un vínculo con la creación teatral y no está parado frente a este como una especie de Dios superior, sino que es una figura relacionada con esa producción”, agrega.
Gómez Triana sostiene que no se aprende a hacer crítica solo con cultura literaria, o información de la historia del teatro, sino que también hay que disponerse a leer los espectáculos, a descubrir en ellos su propia estructura a partir de su descomposición, y eso se logra participando de las horas empleadas en la puesta en escena.
Menciona que en Latinoamérica hay buenos críticos teatrales, como Jorge Dubatti en Argentina o María de la Luz Hurtado en Chile, quienes dan continuidad a una crítica con creatividad e información válida, “pero también hay mucha reflexión amateur, porque se le dan las páginas de teatro a la gente más joven que llega a los periódicos, a quienes tienen menos experiencia en el diálogo periodístico propiamente”.
Afirma que hay países en Latinoamérica en los que la crítica periodística ejerce una fuerza muy grande sobre el público y hay otros donde ocurre todo lo contrario, donde el público es el juez de valoración por sobre el punto de vista del periódico.
Añade que la apreciación del trabajo del actor debe ajustarse a aspectos como energía, naturalidad, espontaneidad, organicidad, emotividad, presencia y expresividad. Y la formación del artista escénico tiene que involucrar concentración, profundidad y entrenamiento.
El crítico escénico dice que el teatro latinoamericano está en un proceso peculiar de diversificación. “Hay una coexistencia de grupos emblemáticos con obras muy sólidas, de grandes maestros, como es el caso de Santiago García, de Miguel Rubio, de Arístides Vargas, y también hay gente muy joven que está haciendo buenas propuestas históricas para continuarlas”, acota.
Considera que el teatro latinoamericano es muy autorreferencial, “tiene mucho la necesidad de hablar de nosotros mismos, de pensarnos como territorios de subjetividades, como espacios de identidades cambiantes, hay una necesidad de evaluar la memoria y lo que hemos sido”.
APUNTES
OBRA DE ARGENTINA
La omisión de la familia Coleman, del grupo argentino Timbre 4, es la obra que se presenta hoy, a las 21:00, en Sarao (Primera Oeste y Av. del Periodista). Boleto: $ 10.
Desde este año dirige el departamento de teatro de la Casa de las Américas. Además, es docente y crítico de artes escénicas. Esta última actividad la ejerce desde el 2001, mientras estudiaba la profesión de teatrología en el Instituto Superior de Arte de Cuba.
Es el cubano Jaime Gómez Triana, de 30 años y quien visita por segunda vez Ecuador para participar en la onceava edición del Festival Internacional de Artes Escénicas de Guayaquil.
El pasado miércoles ofreció la conferencia ‘La crítica teatral en la escena actual: estrategias de diálogo’ y hoy, a las 17:00, en el Ministerio del Litoral (Francisco de Orellana y Justino Cornejo, 3° piso), brinda otra titulada ‘Apreciación del trabajo del actor: ¿mirada objetiva?’.
Señala que para estructurar sus ponencias se basa en el método del crítico escénico cubano en relación con el montaje de una obra. “El teatrólogo crea un vínculo con la creación teatral y no está parado frente a este como una especie de Dios superior, sino que es una figura relacionada con esa producción”, agrega.
Gómez Triana sostiene que no se aprende a hacer crítica solo con cultura literaria, o información de la historia del teatro, sino que también hay que disponerse a leer los espectáculos, a descubrir en ellos su propia estructura a partir de su descomposición, y eso se logra participando de las horas empleadas en la puesta en escena.
Menciona que en Latinoamérica hay buenos críticos teatrales, como Jorge Dubatti en Argentina o María de la Luz Hurtado en Chile, quienes dan continuidad a una crítica con creatividad e información válida, “pero también hay mucha reflexión amateur, porque se le dan las páginas de teatro a la gente más joven que llega a los periódicos, a quienes tienen menos experiencia en el diálogo periodístico propiamente”.
Afirma que hay países en Latinoamérica en los que la crítica periodística ejerce una fuerza muy grande sobre el público y hay otros donde ocurre todo lo contrario, donde el público es el juez de valoración por sobre el punto de vista del periódico.
Añade que la apreciación del trabajo del actor debe ajustarse a aspectos como energía, naturalidad, espontaneidad, organicidad, emotividad, presencia y expresividad. Y la formación del artista escénico tiene que involucrar concentración, profundidad y entrenamiento.
El crítico escénico dice que el teatro latinoamericano está en un proceso peculiar de diversificación. “Hay una coexistencia de grupos emblemáticos con obras muy sólidas, de grandes maestros, como es el caso de Santiago García, de Miguel Rubio, de Arístides Vargas, y también hay gente muy joven que está haciendo buenas propuestas históricas para continuarlas”, acota.
Considera que el teatro latinoamericano es muy autorreferencial, “tiene mucho la necesidad de hablar de nosotros mismos, de pensarnos como territorios de subjetividades, como espacios de identidades cambiantes, hay una necesidad de evaluar la memoria y lo que hemos sido”.
APUNTES
OBRA DE ARGENTINA
La omisión de la familia Coleman, del grupo argentino Timbre 4, es la obra que se presenta hoy, a las 21:00, en Sarao (Primera Oeste y Av. del Periodista). Boleto: $ 10.
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